domingo, 17 de abril de 2011

En la F1 le tocó a Hamilton: Gana GP de China, segundo Vettel y Webber espectacular tercero



Una excepcional carrera de Lewis Hamilton impidió a Sebastian Vettel cuadrar su tercera victoria de la temporada en el Gran Premio de China. La estrategia acabó condenando al piloto alemán y elevó hasta lo más alto del podio al británico de McLaren, que logró su 15ª victoria y rompió la racha del alemán.
Las dos paradas planteadas para el Red Bull de Vettel acabaron convirtiéndose en un error de peso, que le impidió competir en igualdad de condiciones en la parte final de la carrera. Los McLaren y el Red Bull de Webber, con tres paradas, fueron los más fuertes cuando la prueba se estaba decidiendo y solo la pericia del campeón mundial le permitió concluir segundo, seguido por su compañero de equipo australiano, que realizó una carrera memorable partiendo de la 18ª posición y acabando en el tercer eslabón del podio. Fernando Alonso acabó séptimo, lejos de sus expectativas, condenado por la estrategia a dos paradas.


Por primera vez esta temporada, Vettel no salió bien. Es posible que su KERS no funcionara como él esperaba, pero lo cierto es que los dos McLaren le adelantaron como una exhalación y pasaron a copar las dos primeras posiciones. Por detrás, Rosberg mantuvo la cuarta, pero Alonso perdió una, superado por su compañero de equipo Felipe Massa, que realizó una excelente salida. La carrera adquirió un cariz extraño y complicado tanto para Vettel como para el asturiano, mientras que los McLaren se mostraban sólidos en la cabeza, con Button dominando y Hamilton asediándole, a pesar de haber llegado a la parrilla por los pelos, tras un problema con el filtro del aire que obligó a sus mecánicos a desmontar varias piezas del motor para poder ponerlo en marcha -el filtro se inundó de combustible.


A partir de aquel momento, la carrera quedó en manos de los estrategas. La eficacia del alerón trasero móvil se hizo patente con los múltiples adelantamientos que se produjeron. Pero, en el fondo, la cuestión era comprobar qué pilotos y qué coches eran los que conservaban mejor los neumáticos. Porque algunos equipos, como Ferrari y Vettel, se plantearon la carrera a dos paradas, pero los McLaren y el Red Bull de Webber lo hicieron a tres. Lo que se hizo patente durante la carrera fue que cuando el neumático blando comenzaba a deteriorarse, la pérdida de tiempo por vuelta era de alrededor de dos segundos. Por tanto, tanto Alonso como Massa sufrieron para aguantar en los finales de sus largas tandas.


Uno de los momentos cruciales de la carrera se produjo en el primer cambio de neumáticos, cuando Button, entonces líder de la carrera, se equivocó de taller y entró en el de Red Bull, justo al lado del de McLaren. Eso le hizo perder un tiempo precioso, porque Vettel, que entró al mismo tiempo, salió de la línea de talleres por delante. Tras ellos entraron también Hamilton y Massa. El brasileño salió también por delante del McLaren, mientras que Alonso fue el último en entrar y sufrió una pérdida de tiempo notable que le alejó del podio.


Tras el primer cambio de neumáticos, Rosberg -el primero en cambiar, en la 13ª vuelta- era líder aprovechando la ventaja de rodar con neumáticos nuevos y de su estrategia a tres cambios. Le seguían Vettel, Button, Massa, Hamilton, Michael Schumacher y Alonso. Pero estaba claro que aún quedaba mucha carrera por delante. Las tres paradas de McLaren pusieron en cuestión si la pérdida de tiempo de su paso por el taller quedaría compensada por la ganancia de correr con neumáticos más nuevos, y ése fue el dilema que se dirimió en la parte final de la carrera.


Vettel quedó líder incuestionable, gracias a sus dos paradas. Pero Hamilton y Button pusieron en evidencia la superioridad que les daban sus neumáticos duros de su última tanda. Y aunque perdieron posiciones, después volvieron a ganarlas con adelantamientos claros sobre Rosberg y Massa y llegando incluso a atacar a Vettel, que iba perdiendo un segundo por vuelta en las últimas de la carrera. Hamilton consiguió adelantarle a cuatro vueltas para el final, arrebatándole la que podía haber sido su tercera victoria de la temporada. También Webber sacó rendimiento de sus tres paradas y realizó una remontada espectacular. Partió en 18º lugar y concluyó la carrera tercero, acertando tanto en las estrategias como en los adelantamientos, y demostrando que el Red Bull conserva mejor los neumáticos que los McLaren, con su último adelantamiento a Button en la última vuelta.


Alonso, en cambio, sufrió toda la carrera. Nunca pudo mantener sus posiciones, porque los neumáticos y los problemas de velocidad y agarre de su Ferrari le condenaron. Entre las vueltas 28 y 29 pudo verse con claridad cómo le adelantaban sin ningún problema Rosberg, Button y Hamilton. Y su batalla ya no se centró en el podio, sino en arañar los máximos puntos posibles. Concluyó séptimo por detrás de su compañero Felipe Massa, en una demostración palpable del error estratégico de ir a dos paradas. "Nunca fuimos rápidos y con las dos paradas veías a los de atrás pasarte como disparos. La cuestión era aguantar", reflexionó un decepcionado Alonso.


Jaime Alguersuari no tuvo ninguna opción de aprovechar la mejor clasificación de su historia en la F-1. Partió de la séptima posición y ya en la salida perdió dos posiciones. Sin embargo, aquello solo fue el presagio de lo que le iba a ocurrir. En las nueve primeras vueltas se vio superado por Michael Schumacher y Kobayashi. Y en la décima entró en el taller para cambiar neumáticos. Cuando salió a la pista, su rueda trasera derecha se desprendió del coche y voló por los aires. Jaime intentó concluir la vuelta, pero no pudo y se quedó parado en la curva 10. Su abandono fue la peor noticia. "Tuve problemas desde el primer momento, porque llevaba neumáticos usados. Pero nadie contaba con lo que ocurrió luego con mi rueda. Fue una carrera difícil, pero no todo fue negativo. Yo he dado mi máximo", explicó Alguersuari.


Fuente elpais.com

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